Comenzamos preparando la masa de la tarta.
Corta la mantequilla en dados y ponla sobre 300 gramos de harina tamizada en un recipiente.
Añade el azúcar blanco, la sal y la media cucharadita de canela. Amasa hasta que quede una masa uniforme y la mantequilla completamente integrada. Tapa con un film y métela en la nevera media hora.
Mientras prepara el relleno. Coge el limón, ralla la piel (sin llegar a la parte blanca) y exprime el zumo. Reservar.
Pela y descorazona las manzanas. Lava y pela las manzanas en láminas más o menos homogéneas.
Coloca las láminas de manzana en un bol y añade el zumo de limón, el azúcar moreno, 20 gr de harina, la leche y una pizca de canela y de nuez moscada. Mezcla todo bien.
Engrasamos el molde y precalienta el horno a 200º.
Retira la masa de la nevera. Corta un tercio de la masa y reservala. Con el resto estiramos la masa formando un círculo y cubrimos el molde. Es importante que la masa sea más grande que el fondo del molde para que suba por los bordes.
Vierte el relleno sobre la masa en el molde. Con el resto de masa que habíamos reservado estiramos y formamos tiras para cubrir la tarta por encima formando una red. Dobla los bordes de la tarta hacia dentro si te han sobrado del molde.
Pincela con leche o huevo batido y mete la tarta al horno. Pasados 10 minutos baja la temperatura a 180º y deja durante 50 minutos más.
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